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Artes escénicas. Consciencia a través del Teatro, la Música y la Danza.

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El lenguaje artístico es el lenguaje del inconsciente.Es el lenguaje del alma, gracias a el accedemos a perspectivas de resolución de problemas mucho más creativas e innovadoras. Las artes escénicas, como el teatro, nos hacen desarrollar la capacidad de escucha, atención y presencia, reconociendo y transmutando las mascaras que nos impiden vivir plenamente desde la obertura sensorial y el contacto con nuestras fortalezas internas, transformando las resistencias personales en actitudes mentales positivas.

Esta metodología nace y se nutre de diferentes disciplinas como son el juego teatral, la danza primal, afroyin, la terapia Gestalt y el Coaching. ​Es un método para potenciar el desarrollo del ser humano a través del movimiento, la danza, el teatro y la consciencia. Esta fusión hace que vayamos al interior de nosotros mismos para conectar con los potenciales que habitan en nuestro interior.

  • La música es un laboratorio experimental para el cerebro.​ La música es una herramienta de comunicación en el ser humano que genera un claro efecto en las funciones cognitivas y el cerebro.  ​No sólo es una fuente de entretenimiento sino que genera efectos que van más allá en las amplias redes neuronales, afectando también a nuestra emoción y conducta.​ Estudios de neuroimagen muestran que tanto al escuchar como al hacer música se estimulan conexiones en una amplia franja de regiones cerebrales normalmente involucradas en la emoción, la recompensa, la cognición, la sensación y el movimiento. 
  • La danza cuando nos movemos (actuamos), creamos un puente entre lo que pasa por dentro y lo que mostramos al mundo, dando forma a una danza que revela más sobre nosotros mismos de lo que creemos.​ Cuando una persona baila, varias entidades psicológicas emergen: su guion de vida, la forma en que conecta con el mundo y hasta sus principales áreas de problemas.​ Nuestros sentimientos y experiencias de vida viven dentro de nuestro cuerpo y pueden haber quedado atrapados en él. El cuerpo puede tener las claves para desbloquear nudos emocionales a niveles profundos.
  • El teatro nos permite trabajar simultáneamente la imaginación, considerada mucho más determinante del pensamiento creativo que la inteligencia, y liberarnos de las propias restricciones potenciando estos aspectos, entre otros, que colaboran en el pensamiento divergente.​ Este tipo de pensamiento se trabaja en las escenas a través de un estimulo que genera diferentes contextos, ideas y respuestas donde se llegan a múltiples conclusiones y soluciones al conflicto que estamos expresando de una forma original.